lunes, 10 de marzo de 2014

El México que nos espera sin la participación ciudadana

Mariana Ibargüengoitia


Un domingo a las 11 de la mañana parece un buen día de la semana y un horario factible para invitar a los habitantes de alguna de las colonias de la CD de México a que asistan a un parque cercano a su casa a participar en una charla para informarse, cuestionar y/o dialogar sobre los asuntos públicos que deberían importarnos como ciudadanos mexicanos. Se puede confiar que al ser un día no laborable, un horario no tan temprano como para desvelar a los invitados o tan tarde como para irrumpir sus ocupaciones cotidianas, se asegurará su presencia por una hora a un evento ciudadano.

En ese sentido,  el domingo 9 de marzo a las 11am, en la colonia Paseos de Churubusco en Iztapalapa, integrantes de morena organizaron una charla informativa con Silvia Reza Cisneros, miembro de la comisión organizadora del Congreso Popular, y Roberto Mendoza, coordinador distrital y consejero estatal de morena df, para compartir información puntual sobre el “México que nos espera con las reformas estructurales” recién aprobadas bajo mandato de Enrique Peña Nieto y la complicidad de panistas y un sector importante de perredistas. 

Sin embargo, y pese a ser una de las colonias de Iztapalapa que escapa a las condiciones marginales (económicas y educativas) características de la demarcación, y convocar desde una semana antes al evento por medio de  volantes casa por casa, voceo, colocación de lonas en lugares estratégicos de la colonia; la afluencia de los vecinos no es la esperada ¿Por qué?

¿El alcance de la convocatoria fue limitado?  ¿hizo falta volantear más? ¿se tienen que colocar más lonas? ¿se debe de avisar con mayor tiempo de anticipación sobre el evento? Si así fuera, el remedio es cuantitativo: potenciar esfuerzos. Se imprimen más volantes, se doblan las jornadas de perifoneo por las calles, y se acompañan a los respetables, pero no tan conocidos ponentes, de caras más vistas. Cuestiones que los organizadores, integrantes de comités de morena, están dispuestos a hacer.

Pero ¿y si el problema es cultural? ¿Si el problema es un desencanto e indiferencia que parece echar raíces en nuestro país? ¿Y si se condena a los organizadores la aspiración de ser partido político?

En este caso los remedios cualitativos son más complicados a resolver  que los cuantitativos. Cambiar una idea, revolucionar las consciencias es más complicado que dar tres volantes en vez de uno.

La izquierda se compone de luchas particulares, de gente que en el sector donde estudia o labora, o en la comunidad donde vive, ha padecido las decisiones de gobiernos ilegítimos que con la corrupción y ambición como motores, han saqueado al pueblo de México. Hay expresiones como el Congreso popular y MORENA, que además integran a personas que ven la necesidad de la unión de esas luchas particulares. Pero hay muchos otros mexicanos que aún persisten en mantener la apatía y el desinterés sobre lo que acontece a su alrededor ¿acaso están de acuerdo en la miseria que existe, ya sea porque no la padecen en apariencia o ven con indiferencia lo que otros sufren? Pienso que no, pero no se ha encontrado la forma de contrarrestar el manejo mediático que hace a los mexicanos ser pasivos, indiferentes u opuestos a todo lo que tenga que ver con la política.

Pero si voceros de ambas trincheras se unieron en un mismo espacio con el objetivo de informar, ojalá juntos vayamos también en el actuar, si no siempre y no todos, sí en las batallas más fuertes contra la derecha, contra los simuladores del progreso, la libertad, la justicia. Sólo así podremos avanzar en la lucha de ideas, que es la verdadera lucha a la que nos enfrentamos. Esta es una disputa entre paradigmas de pensamiento. Aquel obtenido a lo largo de años que nos hace creer que las “cosas siempre serán así” y aquel que empuja la noción de que “somos nosotros quienes podemos transformar a este país”.

Estamos trabajando con ánimo y paciencia en los cómos sin negar que a ratos, en algún momento del análisis nos preocupen los cuántos, porque poco podemos hacer sin mayoría. 

Por eso hoy valoramos este esfuerzo llevado a cabo en Paseos de Churubusco. Nos recuerda que el reto es grande, que además de los enemigos de nombre y apellido, de los saqueadores nacionales y externos de los recursos y la identidad de nuestro país, tenemos como enemigos a la desinformación, la decepción (válida) y la indiferencia.

Ahí vamos de nuevo: in-formar, concientizar, organizar, reforzar, asegurar participación con convicción. Para que así sea un domingo a las 11 am o un lunes a las 6 de la tarde, haya personas dispuestas a dar un poco de su tiempo para luchar por su país. Ya se ha avanzado, pero como se evidenció el domingo pasado, en una de las colonias de Iztapalapa, aún falta mucho por hacer.

Asumamos el reto. No olvidemos que hace tiempo, al recibir una invitación a un evento político, los ahora organizadores, rechazaron asistir y hoy están, hombro con hombro, luchando juntos












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jueves, 6 de marzo de 2014

MORENA en las elecciones del 2015

Julián Castruita Sánchez

Es evidente la crisis actual en la que se encuentran inmersos los partidos políticos en nuestro país. El PRI y el PAN, con la condescendencia del PRD, han terminado de consolidar el régimen neoliberal con las reformas estructurales aprobadas el año pasado. Los tres principales partidos políticos del país apuestan, con matices, por un mismo modelo económico que sólo beneficia a un pequeño sector de la sociedad. Ante esto surge la necesidad de un nuevo partido político que revierta la penosa situación en la que se encuentra la nación y ese es morena.

   Hemos venido diciendo que el Movimiento Regeneración Nacional se propone ser un partido político diferente. Donde se dejen atrás las prácticas clientelares, el acarreo y esos vicios de la política que tanto daño le han hecho al país. Queremos construir un partido en donde predominen las ganas de transformar a la nación y no la trifulca interna por los cargos de elección popular con el único fin de obtener el enriquecimiento personal. Entre nuestros propósitos está crear una nueva manera de hacer política, una que sea honesta y que vea por el bien colectivo, pero esto no puede ser únicamente discursivo. Si morena en verdad es distinto a los demás partidos, va a tener que demostrarlo en las elecciones del 2015.

   Ante esto es muy importante que los militantes estemos conscientes de lo que nos estamos jugando y del papel fundamental que vamos a tener cada uno de nosotros en este proceso. Como partido debemos presentar candidatos para dichas elecciones y es necesario que vayamos definiendo qué clase de morena queremos presentar ante la ciudadanía.

   En el 2015, en todo el país se harán elecciones para elegir  diputados federales, en 15 estados se van a elegir diputados locales, en 700 municipios presidentes municipales (16 delegados en el caso del Distrito Federal), además de gobernadores en 6 estados: Colima, San Luis Potosí, Querétaro, Nuevo León, Sonora y Michoacán.

   Ahora bien, de acuerdo a los estatutos aprobados por la asamblea nacional del partido el 26 de enero del presente año, mismos que ya fueron entregados al IFE, la elección de candidatos se va a dar de la siguiente manera:

Hasta el 50% de las candidaturas uninominales (votación directa) pueden ser externas y hasta el 33% de las plurinominales (representación proporcional)
Gobernadores- Se va a convocar a asambleas estatales, en donde cada asistente podrá votar por un militante y serán los cuatro más votados los que pasarán a un segundo proceso, que consistirá en una encuesta en la demarcación. Aquel que resulte ser el que tiene mayor arraigo en la población será el candidato que representará a Morena en las elecciones.
Delegados o presidentes municipales- Se va a convocar a asambleas delegacionales y municipales, el proceso de selección de candidatos es el mismo que se utiliza para los gobernadores.
Diputados Federales-  En cuanto a la selección de candidatos uninominales se va a convocar a asambleas distritales, de acuerdo a como están establecidos los distritos electorales federales, el proceso va a ser el mismo que con gobernadores.
Para el caso de los plurinominales, en esa misma asamblea cada afiliado podrá votar por un hombre y una mujer. Los cinco hombres y cinco mujeres de cada distrito que obtengan mayor cantidad de votos, pasaran al segundo proceso que es el de insaculación. En este proceso los diez militantes electos en la asamblea entraran a un sorteo con los que fueron electos en los otros distritos de la circunscripción, cada uno obtendrá un número y dependiendo de este y del porcentaje de votos que se obtenga en la elección del 2015, sabremos quienes serán nuestros representantes en el congreso. Es importante señalar que cada tercer número se le va a dar a un candidato externo[1].
Diputados Locales- Se va a convocar a asambleas distritales, de acuerdo a como están establecidos los distritos electorales locales. El proceso de selección es el mismo al de los federales, con la diferencia que el sorteo de los plurinominales se realiza sólo entre los militantes electos en todas las asambleas distritales de la entidad. (Para conocer los distritos locales se pueden consultar en la página del instituto electoral estatal de su entidad).
Las asambleas se llevaran a cabo de manera simultánea. Podrán participar en las asambleas distritales y municipales todos los afiliados de esas demarcaciones, para las estatales sólo podrán ir delegados previamente electos en asambleas municipales y distritales.
La dirigencia establecerá previamente en que distritos participarán candidatos externos, una vez registrados, estos participaran en las asambleas electivas con el resto de los militantes.
Los sorteos para candidatos plurinominales serán en presencia de la asamblea distrital o municipal y se serán por separado hombres y mujeres con el fin de garantizar la equidad de género que establece la ley.[2]
Dicho lo anterior es necesario hacernos la siguiente pregunta ¿Es suficiente lo establecido en los estatutos en materia electoral para garantizar que morena se convierta en esa opción que busca ser diferente a los otros partidos?

   Lamentablemente no, lo anterior sirve únicamente como proceso de selección que puede llegar a ser democrático, pero de nada va a servir sino nos ponemos a pensar las características que debe tener una persona para ser candidato de nuestro movimiento. Aquel que quiera aspirar a representar a morena tiene que ser una persona honesta y con calidad moral comprobada, que su trabajo sea reconocido por los habitantes y militantes de su entidad y que esté comprometido e identificado con los documentos básicos del movimiento, que haya participado en las actividades de defensa de la nación, tenemos que asegurar que sean los mejores cuadros.

   Lo más importante es que esos candidatos salgan de las bases, de la gente que ha trabajo y ha mostrado compromiso con la nación. morena nace como un espacio de organización política para los ciudadanos que no se sienten identificados con los partidos políticos tradicionales. Si cerramos las puertas a los profesionistas, trabajadores, estudiantes, amas de casa e inclusive empresarios; que invierten parte de su tiempo a construir nuestra organización y permitimos que los personajes o grupos políticos de siempre, se queden con las candidaturas llevando cabo las mismas prácticas aberrantes que tanto hemos criticado, demos por hecho que vamos directo al precipicio.

   En morena hay dos tipos de personas, los que la vemos como esa herramienta para lograr un cambio en nuestro país y los que la ven como un trampolín para alcanzar cargos públicos. Por eso urgen tareas internas inmediatas dentro de nuestra organización:

·         Activar a los comités de base.
·    Buscar a todos aquellos militantes afiliados y que han sido desatendidos, e integrarlos a comités de base.
·       Realizar intensas formaciones políticas hacia todos los militantes y de esta manera ir creando una identidad con el proyecto
·       Es importante que cada afiliado conozca los documentos básicos
·       Realizar actividades de difusión del movimiento
·       Informar a los militantes la manera en que se van a seleccionar los candidatos
·     Los comités de base deben de analizar con anterioridad, el perfil que quieren en un candidato de Morena y sacar posibles prospectos de los mismos comités.
·      Una vez que se tenga todo este proceso de concientización y organización, participar en las asambleas electivas, en donde debemos buscar que queden los mejores perfiles y que sean elegidos de una manera democrática.

Si cumplimos estas acciones, estoy seguro que hay grandes posibilidades de que construyamos un morena del cual se sientan representados la mayoría de los mexicanos. Tenemos que tener bien en claro lo que nos estamos jugando: el destino del país. La gente ya no cree en los partidos políticos y con justa razón. En 2012; 16 millones de personas confiaron en un proyecto diferente y del que actualmente somos parte, esto quiere decir que a pesar de todo, la gente cree que morena es la opción que México necesita para ser reconstruido. Sin embargo, si fracasamos, dirigentes y militantes, ya no quedará esperanza, el pueblo cansado dejará de creer en la vía pacífica para cambiar las cosas, por lo que nuestra responsabilidad histórica es fundamental. Debemos recordar que si fallamos, no será al partido o a nosotros mismos, sino a México, a su pueblo y a nuestros hijos.   

martes, 26 de noviembre de 2013

MORENA NO ES UNA MARCA DE SOPAS

Mariana Ibargüengoitia

MORENA (Movimiento Regeneración Nacional) es el movimiento político-social más esperanzador que tiene nuestro país. Esperanzador no por una cuestión cursi amorosa mesiánica, sobre la que se han hecho los ataques más fáciles y cómodos a este movimiento, sino por el alcance en tiempo y espacio que tiene el ambicioso proyecto que enuncia: la transformación del país mediante la revolución de las conciencias.

La esperanza en Morena nace luego de ver  en los hechos la manifestación congruente de las ideas e ideales de un hombre: Andrés Manuel López Obrador. 

Pero en política la esperanza no debe serlo todo. Finalmente todos los días y a todas horas estamos propensos a encontrar esperanza en muchas partes. El ejemplo más claro es la publicidad. Las marcas también nos prometen esperanzas… nos ofrecen la posibilidad de ser atractivos, delgados, poderosos. Esperanzas sobre aspiraciones establecidas por el mercado a través de las marcas. Fácilmente satisfacen nuestras ilusiones, nos globalizan, nos unifican la ropa, calzado, comida, gustos, ideas.

En la política esto no puede ser igual. Un partido político no puede quedarse en el concepto de la esperanza o la ilusión, de lo contrario encajará más bien con las características de un producto y sus palabras podrán confundirse con un infomercial.

En Morena se debe tener claro lo anterior sobre todo porque la esperanza ha sido mucho tiempo su lema, su bandera. No está mal ni es engaño, pero debe trascender a la acción.

Los lectores de este texto tendrán mucho conocimiento del proyecto de Morena, pueden hablarnos desde su conformación devenida por varios procesos como el desafuero y las elecciones fraudulentas de 2006 y 2012, hasta la búsqueda de la conformación de Morena como partido político y demás cuestiones del movimiento.

Dirán lo anterior y más; tendrán fotografías de presentaciones de libros, de asambleas, de mítines, de marchas, de congresos, porque un día ellos rompieron el cerco informativo; porque de boca en boca, a lo largo de los años se transmitieron el mensaje de un hombre. Un mensaje, muchas ideas.

Morena ya tiene mucho contenido, proyecto para todos, para el sector de los trabajadores del campo, para los jóvenes, para los adultos mayores; hay planes de acción para reactivar la economía, para utilizar los recursos naturales sin poner en riesgo el bienestar de los que vienen, para asegurar educación, salud, bienestar.

El mensaje se ha esparcido y hay muchos morenos, obradoristas o ambos (o ninguno de los anteriores, pero sí luchadores sociales pacíficos que algún día se inspiraron en este proyecto)¿Cómo se ha logrado esto? A través de la comunicación y la difusión.Comunicar eficiente y eficazmente permite organizar.

No basta tener una gran idea, un gran proyecto en el papel, si no lo difundimos ampliamente. En ese sentido se tienen dos tareas de comunicación en morena. Al interior, se necesita que fluya la información, que no haya gente dentro del movimiento que no esté enterada de lo que está ocurriendo, de los procesos que se están desarrollando y de las responsabilidades de cada quien. No debe haber vacíos de información y mucho menos discrecionales.

Al exterior, deben ejecutarse cada vez mejores estrategias de comunicación y difusión; debe cuidarse que el volanteo no se vuelva vicio o acción meta, que los recursos impresos lleguen a donde deben llegar, que las personas con experiencia en diseño, comunicación, psicología social apoyen con creación, con estrategias de reparto, con mensajes claros entre las bases. En la elaboración de estas estrategias sí está permitido voltear a ver lo que hacen las grandes marcas, cómo se posicionan hasta el último rincón del país, en el poblado más lejano, en el más pobre, en el más difícil de acceder.Sin una buena comunicación de los objetivos, los argumentos y los métodos no habrá organización. 

Asistamos a uno de los recuerdos más gratos de este andar: el Encuentro Nacional de Estudiantes con AMLO (21 de mayo de 2012). El objetivo era claro, se tenía que difundir entre el sector juvenil que había un candidato que tenía un proyecto para ellos, que tenía propuestas en materia de educación y empleo; además el contexto era ideal ya que se encontraba efervescente la expresión estudiantil Yo soy 132. El alcance fue exitoso.

En contraste, con afán de hacer una crítica constructiva, debe reconocerse que en semanas pasadas a Morena se le fue un momento diferente, pero con características similares, igual de relevante para poner de manifiesto el alcance del movimiento: la movilización de los maestros de la CNTE.

En plena efervescencia del conflicto magisterial, se oyeron rumores, hubo ruido e incertidumbre; entre los morenos no faltó iniciativa, muchos estuvieron con los maestros, durmieron con ellos, les llevaron comida, ropa y lonas… pero a este acto solidario de lucha le faltó más que un mensaje solidario de la dirigencia, faltó una estrategia real para establecer alianzas a partir de las coincidencias entre el proyecto político del movimiento y las demandas de los profesores. No se trataba de ejercer un desdibujamiento de alguno de los movimientos sino, por el contrario, plantear plataformas de acción común ante fines comunes, a saber, la lucha contra el neoliberalismo y sus reformas estructurales. 

En consecuencia, por las características propias del movimiento, que ha planteado un proyecto para todos, Morena debe diferenciar a los que están y a los que faltan –que no estereotiparlos-, con la finalidad de definir la estrategia de comunicación más adecuada para cada sector o región. No es lo mismo lo que atrae al adolescente que a la persona de la tercera edad; no tiene la misma posibilidad económica y de tiempo el campesino para informarse mediante las redes sociales, que un joven citadino. No es lo mismo hacer la invitación a un mitin que organizar comités territoriales y dirigir convocatorias. 

La esperanza de moren es su proyecto y sus acciones, lo que obliga a una amplia difusión del mismo a todos los actores de la población mexicana para, entre todos, luchar por su realización.

Cada responsable de comunicación de un comité delegacional o municipal, estatal e inclusive el nacional, debe analizar bien el contexto (espacio, tiempo, cultura) en el que se encuentran los mexicanos para, por un lado, mantener y por otro atraer a la militancia que este proyecto social requiere. 

Parafraseando a AMLO, en Morena no es que se quiera proyección por proyección, es que sí hay mucho que proyectar, sí hay mucho que difundir. Trascendamos la esperanza con la in-formación. No debe claudicarse que algo se pegará, motivará y cambiará en quién escucha el mensaje, la estrategia, el plan de Morena. No deje de presionarse a las dirigencias a no temer manifestarse solidarios con otras expresiones de lucha. Comunícate no sólo con el moreno sino con el pueblo. Difunde Morena.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

REVOLUCIÓN Y CONTRARREVOLUCIÓN

                                                            Axel Juárez Rivero


    Al Pueblo consciente de México 
que luchó y lucha por una Patria Nueva


Ver la Revolución Mexicana, es ver una multitud de procesos insertos en uno mismo. Corrientes divergentes, golpes y contragolpes, lealtades que rompen, filiaciones momentáneas. Líneas yuxtapuestas de un mosaico de ideas y hechos.
No se puede analizar este momento de la historia de México como un proceso fragmentado, pero aún así, dentro de la Revolución Mexicana, hubo muchas Revoluciones. Una evaluación histórica a más de un siglo, ciento tres años, nos permite hacer una visión de conjunto. La revolución hoy, como planteamiento político.

                                                                                 
                                                I                                               
 La Revolución ayer

Antecedido por las movilizaciones obreras, y atizada por las condiciones de pobreza, desigualdad y autoritarismo, la Revolución Mexicana inicia con el detonante del movimiento democrático de Francisco I. Madero encaminado, principalmente, a reconquistar las libertades políticas perdidas durante la dictadura, sin dejar de lado ciertas reivindicaciones sociales, en esencia de tipo agrario.

Tras la caída de Díaz, y la llegada de Madero a la presidencia –en 1911– esas demandas sociales, plasmadas en el Plan de San Luis no se ven materializadas con la inmediatez que reclamaban los sectores campesinos. Ello ocasionaría nuevamente el levantamiento de Emiliano Zapata enarbolando el Plan de Ayala, que propugnaba el regreso de las tierras a los campesinos y dar fin a los latifundios, las grandes extensiones de tierras en manos de unos cuantos hacendados. “Tierra y Libertad” era la consigna.

La minoría privilegiada porfirista, que se mantenía, los grupos más regresivos de la sociedad aliada a las partes conservadoras del Ejército Federal en colusión con los intereses extranjeros creados en el país, fraguaron el golpe de Estado que derrocaría al Presidente Madero, asesinándolo.

El cuartelazo que puso en el poder a Victoriano Huerta desencadenó el nuevo levantamiento de Francisco Villa, que encabezaría un poderoso ejército del pueblo, la división del Norte;   Zapata con el Ejército Libertador del Sur, en conjunción con las tropas de Venustiano Carranza.

Huerta caería en 1914, se entró, entonces en el período más convulso y sangriento de la Revolución, que dividió definitivamente a las fuerzas revolucionarias. Las diferencias de todo tipo, sociales, económicas, políticas, militares e ideológicas. Mientras Zapata sostenía un reparto agrario inaplazable, ejemplo de ello sería la “Comuna de Morelos” punto que convergía con el villismo, de mayores aspiraciones sociales. Carranza –viejo liberal–  se mostraría con posturas más moderadas e incluso conservadoras, muestra de ello: derogaría su propia legislación en materia agraria, anulando la Ley del 6 de enero de 1915; cancelaría la ley agrarista de Salvador Alvarado en Yucatán y reprimiría con peculiar violencia la huelga de julio y agosto en la Ciudad de México. Dos concepciones se encontraron antagónicamente irreconciliables.

En un intento de unificación y discusión pacíficas se conformó la Convención de Aguascalientes que pasando por diversas etapas, sus intentos  resultaron infructuosos. Entre 1915 y 1916 la lucha de facciones estallo violentamente. Villistas y zapatistas unirían esfuerzos, al menos en la  intención, contra Carranza.

Sin embargo las particularidades del ejército zapatista, estrictamente campesino y regionalista,  lo llevarían a aislarse, dejando de lado un panorama más amplio. Sobre la División del Norte caería la respuesta militar del ala agrarista de la Revolución.  A pesar de la enérgica resistencia, Villa y Zapata fueron derrotados por los carrancistas.

En diciembre de 1916 se convocó a un Congreso Constituyente que refundara el Pacto Social. Aunque derrotados en lo militar, los postulados del villismo y del zapatismo permearían en el nuevo texto constitucional. Era evidente, cuando no una necesidad histórica, que tras una Revolución de las magnitudes en que se dio la mexicana la vida pública se tenía que transformar profundamente. México había cambiado para siempre: había caído la dictadura, las relaciones entre las masas y el Estado se modificaron en su equilibrio, las relaciones sociales se volcaron, se instauraría un nuevo modelo económico y la cultura se tornaría en una revaloración hacia lo mexicano.

A razón de la historia, tras todo lo que sucedería y deviniese en la etapa postrevolucionaria, y al día de hoy, una de los logros materializados de la Revolución Mexicana fue la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Las acciones sociales que emprenderían los gobiernos surgidos después de la Revolución, llevarían como característica la puesta en práctica y el debate sobre alguno de los artículos de la Constitución de 1917.

                    II                         
La revolución hoy

En este momento histórico ver a la Revolución Mexicana, en su conjunto, es asimilar las grandes demandas del Pueblo que lo llevaron a levantarse.

La Revolución Mexicana es la lucha por la democracia: el respeto a todas las libertades políticas ciudadanas, el respeto al voto, a la libre manifestación de las ideas, a la asociación, al Sufragio Efectivo y la No Reelección. Exigir un gobierno democrático y republicano. Demandas que no se han alcanzando, pues las elecciones pervertidas en su funcionamiento y controladas por los poderes de hecho, han impedido que se respete la voluntad popular, en marcado en un clima de regresión en las libertades públicas.

Levantar hoy las banderas de la Revolución, es pugnar por que se regresen las tierras a quienes la trabajan. Regresar las tierras usurpadas por las compañías extranjeras a las comunidades. Es luchar por la soberanía alimentaria del país, reactivar al campo mexicano, reconstituir el tejido social agrario y elevar los niveles de vida de quien nos da de comer. A México lo forjaron los campesinos.

La Revolución Mexicana significa hoy, defender el derecho de los trabajadores a un salario justo, a mantener el derecho a huelga, a remuneraciones dignas, al derecho a la salud y la seguridad social, a mantener una jornada mínima de trabajo. Es moderar el abuso e inequidad de los patrones frente a los trabajadores. Es defender todas las conquistas laborales.

La Revolución Mexicana es sostener relaciones internacionales basadas en el principio de la libre autodeterminación de los Pueblos y de la solidaridad con los países pobres y con aquellos que pugnan por su liberación del los poderes económicos globales.

La Revolución es educación pública, gratuita, laica y nacional. Es defender indubitablemente la propiedad de la Nación sobre las tierras, las aguas y todos los demás recursos del país. Es mantener la propiedad nacional del petróleo y la electricidad. Es mantener el postulado de que sea el Estado quién oriente, conduzca, planee y coordine la actividad económica con miras al desarrollo nacional en beneficio de las mayorías empobrecidas.

La Revolución Mexicana como momento culminante en la historia de México, sintetiza en sí misma, las otras dos grandes transformaciones de nuestro país. La Independencia, en tanto surgimiento de la Nación Mexicana, cuyo sentido social se observa en la abolición de la esclavitud de Hidalgo, y en la exigencia para que se moderara la opulencia y la indigencia, aumentando el jornal del pobre, de Morelos, hace más de doscientos años. La Reforma sentó las bases para la consolidación del Estado, condición indispensable para la existencia de México como nación soberana, que quitó el poder al clero y rompió con los proyectos más regresivos de los conservadores. La defensa de la soberanía y de la República con Juárez, frente a la intervención francesa y las presiones de Estados Unidos. Significó una inflexión en la comunidad internacional y un elemento de dignidad, moralidad y resistencia al interior.


                                                                       III                                                                           
La Contrarrevolución

La Contrarrevolución de ayer es la contrarrevolución de hoy. Ya en la consumación de la Independencia los criollos e incluso españoles, tomaron el control, dejando de lado las necesidades y demandas de los sectores campesinos y populares que habían sostenido desde un inicio la insurrección. De la Reforma y la Restauración de la República, devino la dictadura de Díaz, con un gobierno oligárquico empobrecedor. Los principios más altos de la  Revolución se vieron pervertidos a la llegada de caudillos al poder que se había alejado de las causas sociales, en un fluctuante proceso de avances y retrocesos, más retrocesos que avances.

Es complicado no darle una línea de continuidad histórica a la Revolución y a la Contrarrevolución en la historia de México, mas  cuando han sido dos las grandes fuerzas que siempre se han confrontando por la nación: los que apelan al desarrollo autónomo con los recursos internos del país en aras de justicia y soberanía, y los que apelan a los poderes y bondades del exterior para dar término a los problemas del interior.

La Contrarrevolución hoy, es el neoliberalismo que desde hace treinta años se ha impuesto, y que ha acabado con la voluntad popular, la economía nacional y el desarrollo interno, poniéndolos a merced de los consorcios transnacionales. Política económica empobrecedora, productora de marginación e ignorancia. Privatizadora de los bienes públicos y socializadora de los pérdidas.

La contrarrevolución es la entrega del país a los poderes de Washington.  Es el que un grupo compacto haya cooptado todas las instituciones del Estado, suplantado el Estado de Derecho, por una serie de relaciones político-económicas destinadas a mantener su hegemonía. La contrarrevolución ha arrebatado la soberanía al Pueblo de México, residente originaria de ésta y única fuente del legítimo poder público. La República, la res pública, la cosa pública se ha sustituido por el poder empresarial, haciendo del Estado una filial más del Consejo Coordinador Empresarial, despojando al Pueblo de su legítimo poder. Son los gobiernos impuestos mediante el fraude.

La Contrarrevolución es la reforma a los artículos 27 y 28 constitucionales, consistente en la entrega de los recursos de México a las corporaciones económicas globales; es aniquilar la propiedad de la Nación sobre el petróleo y la electricidad, es vender las tierras de los campesinos a los centros turísticos extranjeros.

La Contrarrevolución es neoliberalismo. Ya en el sexenio de Alemán, cuando este pretendía abrir de nuevo la industria petrolera a las compañías extranjeras, Daniel Cosío Villegas acusaba al presidente de “neoporfirista”, es decir voltear de apostarle nuevo hacia la iniciativa privada y al exterior sin restricciones.

Un grupo de ejidatarios, declara: “El gobierno de Enrique Peña Nieto nos quiere quitar nuestras tierras y bosques del Nevado de Toluca para entregarla a los inversionistas, pero no lo vamos a permitir. Defenderemos la Tierra que nos dejó el general Lázaro Cárdenas.” (Revista Proceso, no. 1933)

IV
¿Para qué Revolución?

La Revolución Mexicana fue un reencuentro con nuestra historia, de allí su profundo carácter nacionalista, cuya raíz fueron las viejas y antecedentes luchas del pueblo. Fue un redescubrimiento de lo mexicano, de la insubordinación, de la dignidad. La Expropiación Petrolera es clara muestra del sí se pudo, de una revitalización para los mexicanos.

La Revolución Mexicana es, al día de hoy, no solo un proceso histórico sino un planteamiento político que se ve vitalizado por las necesidades actuales del país, para  fortalecer un proyecto de reconstrucción nacional. No es retórica anacrónica o superada, es la recuperación de nuestra historia.

La Revolución Mexicana, en ese sentido sintetizador y revitalizado es Soberanía Nacional, Democracia y Justicia Social. Tres principios meridianos que ayer y hoy representan nuestras aspiraciones.

En las actuales circunstancias la Contrarrevolución predomina, y se apresta a dar el asalto final al último reducto económico y simbólico de México, pero “(...) a los que piensan que el petróleo, la electricidad deben seguir formando parte del patrimonio nacional; a los que sienten que ningún proyecto globalizador justifica la subasta de la Soberanía Nacional en  materia eléctrica, organizar un gran Frente de Resistencia en defensa de nuestras conquistas nacionales. Es decir el México creado por las luchas del pasado frente al poder neoliberal que procura liquidarlo.

No todo se ha perdido. No todo impunemente se perderá.” Diría, en algún momento, don Gastón García Cantú.

“Designando el domingo 20 del entrante noviembre, para que de las seis de la tarde en adelante, en todas las poblaciones de la República se levanten (…)

Conciudadanos: si os convoco para que (…) derroquéis al gobierno del General Díaz, no es solamente por el atentado que cometió durante las últimas elecciones, sino para salvar a la patria del porvenir sombrío que le espera continuando bajo su dictadura y bajo el gobierno de la nefanda oligarquía científica, que sin escrúpulo y a gran prisa están absorbiendo y dilapidando los recursos nacionales, y si permitimos que continúe en el poder, en un plazo muy breve habrán completado su obra; habrán llevado al pueblo a la ignominia y lo habrán envilecido; le habrán chupado todas sus riquezas y dejado en la más absoluta miseria; habrán causado la bancarrota de nuestra patria, que débil, empobrecida y maniatada, se encontrará inerme para defender sus fronteras, su honor y sus instituciones.” Así convocaba Francisco I. Madero para que el día 20 de noviembre de 1910, se levantara el Pueblo.


*Para nosotros, para los que hacemos nuestros 
los mismos ideales, se convoca el día 1° de diciembre, 
en punto de las diez de la mañana, en el Zócalo de la
Ciudad de México.

martes, 12 de noviembre de 2013

morena df ¿Qué festejamos?

  

Roberto Mendoza


De nueva cuenta, el domingo pasado, un importante sector de la población mexicana reafirmó su voluntad por lograr que el Movimiento Regeneración Nacional se convierta en partido político. En esta ocasión, antecedido por 19 asambleas estatales exitosas en el resto del país, le correspondió a morena df realizar su asamblea ante el IFE. Esta asamblea se llenó de una gran carga simbólica por dos razones: fue la número 20 y es en donde se ha dado, hasta el momento, la concentración más numerosa de militantes del movimiento.

Con la congregación en el D.F., morena cumplió con el requisito legal del mínimo de asambleas que, a una organización política se le demanda, para fundamentar la existencia de un apoyo social representativo que le haga merecer disputar el poder político. Por lo tanto, el cumplir con la asamblea en el DF no sólo fue un logro local sino que tuvo repercusiones nacionales. De igual manera,  es el centro político de la Nación, la Capital de la República, donde se ha expresado con mayor fuerza la voluntad de seguir luchando por construir una organización de izquierda, de altas miras y lejana de los vicios de la política actual.

La asamblea estatal de morena df, sin duda, fue un gran éxito, sin embargo, de cómo sus militantes actúen día con día, de qué tan congruentes se muestren cada uno de sus integrantes con el discurso que pregonan, dependerá cómo se recuerde a futuro la asamblea. La reunión en Plan sexenal o puede ser el emblema del inicio de una lucha ardua, pero digna, por reconstruir la política como un ejercicio al servicio de los demás, o bien puede pasar a la historia como el día en que los anhelos de hacer las cosas diferentes se opacaron por la rutinaria y conservadora forma de entender a la política como algo en donde quienes participan en ella se benefician de quienes no.

Estas dos visiones en sí mismas son excluyentes y absolutas, no hay términos medios, por ello, para definir qué futuro le espera al morena no se puede valer de matices ni medias tintas. O morena es la herramienta política de un pueblo necesitado de reconstruir la Nación a través de la participación colectiva, libre, desinteresada y honesta, o es un logro más de este sistema que coopta y alinea hasta a la oposición más confrontativa.

El ánimo de celebración es algo meritorio a la militancia del movimiento, hay argumentos de sobra para estar contentos y aplaudir por lo que se ha logrado realizar, no sin grandes esfuerzos y sacrificios de ciudadanos consientes, pero esto nos obliga, al mismo tiempo, dar paso a nuevas reflexiones sobre los retos de esta naciente organización.

Los morenos no desconocemos que entrar de lleno a la lucha política es un arma de doble filo. La disputa por cargos de representación política se asemeja a los coloridos contornos de una planta que atrae a seres para devorarlos. A veces esos colores se basan en la vanidad de algunos personajes susceptibles por sentirse “representantes populares”; mucho más común es que la tonalidad de la llamativa atracción sean los beneficios económicos que implica el ser miembro de la llamada “clase política”. La vanidad y los lujos han sido las mejores mordazas para los políticos críticos. Si no queremos ser devorados, si queremos librarnos de las tentaciones de la política vulgar, es fundamental nuestra participación consciente pero, sobre todo, la asimilación de principios que deben ser inviolables como honestidad, congruencia, valentía, dignidad.

Hoy morena tiene una alta carga de legitimidad, sobre todo por lo que representa su máximo dirigente, eso le ha ayudado a crecer y a sumar a ciudadanos valiosos. Pero la buena imagen de una organización y las amplias posibilidades de crecer pueden sepultarse rápidamente si se reproducen en ella las desviaciones de la política. La asamblea del domingo en el D.F. se llenó de esperanza y motivación, se llenó de fiesta y algarabía pero también de conciencia y seriedad. Las expresiones de nuestro dirigente fueron claras y contundentes “morena no es trampolín político”, “nuestro objetivo es transformar al país, no llegar a cargos”. La lucha que representa morena es la más ambiciosa y la más difícil, no sólo se concentra en las transformaciones políticas y económicas sino en la “revolución de las conciencias”, la base de cualquier cambio real.

En esta labor el Distrito Federal servirá de eje para el resto del país. La Capital debe ser ejemplo y punta de lanza. Las condiciones están dadas para que,desde cada rincón de la ciudad, la nueva forma de hacer política que busca morena se realice de manera exitosa. Claro está que también es en la capital de la República donde los colores de la vanidad y los lujos suelen ser más atractivos. Ella representa cargos, prebendas y recursos públicos en grandes cantidades, no por nada los intereses de la izquierda amarilla se han concentrado en mantener el control de la ciudad a costa del olvido del proyecto nacional.

Morena df tiene el gran desafío de llevar a cabo una renovación real del ideario político de izquierda. Afortunadamente se cuenta con miles de ciudadanos conscientes y claros de lo que representa nuestro movimiento. El domingo 10 muchos de ellos estuvieron presentes asumiendo la decisión de hacer de morena una organización política honorable. Esperemos que los aplausos y la euforia emitida en nuestra asamblea tengan como motivación el compromiso de actuar a la altura de las circunstancias, esperemos que las risas y los abrazos no se hayan inspirado en haber conseguido, al fin, la plataforma política que permitirá los objetivos personales.


En conclusión. La asamblea estatal de morena en el DF para cumplir con los requisitos ante el IFE y lograr el registro como partido político, debe entenderse como un acto congruente y con un sentido de compromiso. Ese episodio significó, formalmente, la decisión de mexicanos por construir una organización a la altura de las circunstancias, distinta, honesta, fiel a México. Los allí presentes asumieron el compromiso de hacer de morena un instrumento del pueblo, no de intereses personales. El logro de la asamblea, como la futura obtención final del registro, no debe entenderse como una victoria sino como un reto. Los morenos le hemos dicho a México que sí es posible hacer política sin mezquindades, pero día con día, tendremos que hacer que esas palabras no sean demagogia. Hemos cumplido con un requisito legal pero, cada día que venga, tendremos que demostrar, en los hechos, que de verdad morena merece existir como partido político. Ese será en realidad el verdadero logro. Ese será en realidad el motivo de un gran festejo.